Cuando entiendes que tu conocimiento junto con tus habilidades son tu mayor recurso, los conviertes en servicios para ofrecerlos a una comunidad.
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Hay una frase muy cierta del escritor y analista financiero Xavier Sanabria:
» No eres un empleado, eres una empresa que le vendes tu servicios a otra empresa. Eso es tener mentalidad emprendedora.»
Tus experiencias, habilidades y personalidad se traducen en tu reputación para destacarte y atraer nuevas oportunidades tanto en lo personal como en lo profesional, con el propósito de crecer ayudando a quienes realmente lo desean.
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De ahí la importancia de construir tu perfil desarrollando tu marca personal y que mejor manera de presentarse a sí mismo y exponiendo al mundo:
- Quién eres
- Qué valores tienes
- Qué es lo que ofreces para conectar con otros de una manera significativa.
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Para materializar tu propia marca es muy simple, tus acciones deben ser congruentes con lo que deseas a partir de lo que haz venido forjando en tu carrera profesional:
1.Destácate: Al desarrollar una marca personal sólida y coherente, te separa de la multitud logrando ser más memorable para las personas.
2.Aumenta tu confianza y la credibilidad: Al tener una presencia con un perfil definido, forjas en ti mayor seguridad logrando obtener credibilidad en el ámbito que te quieras desarrollar.
3.Controlas tu reputación: Con tu propia marca, puedes controlar cómo te ven las personas y garantizar que la información sobre ti sea precisa, real y profesional.
4.Abres nuevas oportunidades: Tienes la posibilidad de conectarte con nuevas personas, aprender de ellas y expandir tu red de contactos.
5.Te ayuda a crear el trabajo ideal: Puedes hacer que te vean como un experto en tu área y aumentar las posibilidades de construir el trabajo de tus sueños.
Humaniza tu conocimiento y dale valor a tu experiencia con mentalidad emprendedora para ayudar a otros.