UN CONTRATO, TRATO EN MANO

Tu escudo y espada en el mundo de los negocios

Cuando se está comenzando ser freelance en el mundo laboral, se cometen errores que suelen salir caros.

Esto ocurre por no tener un buen conocimiento en cómo concretar los negocios.

Muchas veces, la emoción por lograr nuestro primer trabajo independiente nos nubla de aspectos legales como lo es un contrato.

Más allá de un simple papel

El contrato es ese documento que te garantiza concretar todo lo pactado con tu contraparte, ósea tu cliente.

Es un trato comercial consolidado en un escrito legal para desarrollar una labor en específico.

En él se estipulan unas cláusulas y pagos acordados sin perjuicio alguno.

Puede llegar ser un formalismo aburrido y extenso.

Pero si se mira a fondo, es un poder valioso para validar tu labor al prestar tus servicios.

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Protección en medio de la incertidumbre

Es importante tener en cuenta que en el mundo de los negocios, nada puede quedar por sentado.

En un contrato se establecen claramente los términos y condiciones del acuerdo entre tú y el cliente.

Esto asegura que ambas partes estén en la misma página, protegiendo tus derechos como profesional independiente.

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Claridad para evitar malentendidos

Un contrato bien redactado más allá de protegerte financieramente, también te ayuda a establecer las reglas del negocio desde el principio.

¿Cuál es el alcance del proyecto?

¿Cuánto tiempo llevará completarlo?

¿Cuál será la compensación?

Todas estas preguntas cruciales quedan establecidas en dicho documento.

Lo cual elimina cualquier mala interpretación y malentendido en el futuro.

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Creando relaciones profesionales duraderas

Te ayuda a establecer expectativas claras para proporcionar seguridad tanto para ti como para tus clientes.

Con un contrato defines un plan de acción claro, puntual y mutuamente beneficioso a largo plazo.

También brinda a tus clientes la seguridad de que estás comprometido con tu trabajo de manera profesional.

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Recuerda, ser un freelancer sin un contrato es como ir a la batalla sin armadura.

Puedes pensar que no se necesita, pero cuando llegue el momento de la verdad, te arrepentirás de no haber tomado precauciones.

Independiente que estés trabajando en un proyecto pequeño o una colaboración a largo plazo, un contrato bien redactado es tu mejor defensa contra la incertidumbre.

Así que, antes de lanzarte a la aventura de trabajar independiente, asegúrate de tener un contrato.